25/2/11

Rumanía: Cómo pasar de ser un país desconocido a liderar el panorama artístico internacional

Adrian Ghenie, un maestro de la pintura oscura, surrealista, tiene un estudio en el este de Londres repleto de luz que llega a través de unos ventanales y de tubos brillantes de pintura desperdigados. De hecho, el artista natural de Transilvania se muestra bastante alegre. ¿Y cómo no? Niño mimado del panorama artístico internacional, Ghenie tiene en estos momentos una exposición individual en Gante (Bélgica) y otras más en proyecto.

Ghenie no es el único artista plástico rumano en pleno auge global. Desde mediados de la década de 1990 otros compatriotas suyos como Victor Man, Ioana Nemes y Ciprian Muresan también han irrumpido con éxito en el mercado del arte. Cineastas, músicos y diseñadores rumanos se suman a esta tendencia.

“Hay talento en todas partes, pero también hay que conocer a la gente adecuada que te diga las cosas adecuadas y te de el apoyo adecuado”, afirma Ghenie. “Es entonces cuando los planetas se alinean”.

Y ciertamente los planetas parecen haberse alineado para los creadores rumanos. Desde que “La muerte del Sr. Lazarescu” ganó el premio “Una cierta mirada” en el Festival de Cannes de 2005 las películas rumanas no dejan de ganar premios en los certámenes internacionales. “Si quiero silbar, silbo” ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín del año pasado, y películas como “Policía, adjetivo” y “Martes, después de Navidad” han recibido elogios de la crítica internacional. Una proyección itinerante de seis nuevas películas rumanas dirigidas por autores premiados en Cannes (entre ellos Cristian Mungiu y Marian Crisan) se estrenó el mes pasado en Belfast, Irlanda del Norte, y viajará también a otras capitales europeas.

Mientras tanto, temas de Edward Maya e Inna han encabezado las listas del pop internacional en 2010 y DJ rumanos como Cosmin TRG y RPR llenan las pistas de baile desde Moscú a Melbourne. En el panorama musical independiente, la banda Grimus tiene ya seguidores mucho más allá de las fronteras de Rumanía, un país ex comunista que desde 2007 es miembro de la Unión Europea. El nuevo disco de Grimus saldrá a la venta en breve e incluirá temas mezclados por el productor de Amy Winehouse, Adam Whittaker.

El diseño procedente de Rumanía también está logrando seguidores en el extranjero, gracias al éxito de Andra Dumitrascu (elegida por la revista Wallpaper como uno de los nombres a seguir en 2011) y Rozalb de Mura.

Aunque la literatura rumana no ha logrado todavía tener demasiado eco global (pese a que el Nobel de Literatura de 2009 lo ganó la rumana Herta Müller, que escribe en alemán), algunos creen que las letras podrían protagonizar la siguiente oleada creativa del país.

“Esta es una generación energética de artistas, escritores, cineastas y músicos”, explica Mihai Pop, director de Galeria Plan B, que tiene sedes en Berlín y Cluj. “Se están produciendo un montón de cosas excitantes, y eso está haciendo que el mundo esté más interesado últimamente en Rumanía”.

Aunque el mundo quizás no tenga un gran conocimiento de lo que ocurre con la cultura de su país, los rumanos siempre se han mantenido pendientes de las tendencias artísticas en Occidente. Cuando vivían bajo la dictadura represiva y brutal de Nicolás Ceausescu, su acceso a los movimientos culturales occidentales contemporáneos era limitado. No obstante, los artistas oían hablar y experimentaban con obras conceptuales, mientras los editores traducían obras de carácter no político de famosos escritores internacionales.

Tras la caída de Ceausescu en 1989 el lento ritmo del cambio en la esfera cultural dejó a muchos con una sensación amarga y de decepción. Cuando el creador Rudolph Bone destruyó todos sus obras en 1993 estaba expresando la frustración de toda la comunidad artística.

Pero hacia la mitad de la década pasada el arte en todas sus formas comenzó a revivir. Cosmin Tapu, organizador del Festival Rokolectiv de Bucarest achaca esta explosión creativa a internet y a la piratería online, que han rejuvenecido la escena musical. Otros lo achacan a la bonanza económica, al nacimiento de las líneas aéreas de bajo coste y a una fuerte política del Instituto Cultural Rumano (ICR) para promocionar al país en el extranjero.

Cuando el país se unió a la UE hace cuatro años “Europa se abrió para nosotros”, asegura la cineasta Marian Crisan, cuya película más reciente, “Morgen”, aborda el tema de la inmigración. “Nos ven como al nuevo pariente que presenta cosas de una manera fresca”.

El atractivo del cine rumano va más allá de su estilo minimalista, cuyas influencias se pueden ver en películas como “Somewhere” de Sofia Coppola. Los temas de las películas rumanas suelen tener un atractivo universal. Lo mismo se puede decir del diseño, con marcas de moda que mezclan ideas de vanguardia con la recuperación de los básicos.

Con el arte contemporáneo la fórmula del éxito no sólo ha supuesto talento creativo, sino también una fuerte apuesta por promocionar el arte producido en Rumanía. En la década de 1990 artistas como Dan Perjovschi e Ion Georgescu contribuyeron a despertar el interés inicial por el arte rumano en el mercado internacional. Más recientemente, la ciudad de Cluj, en Transilvania, promovió a artistas y comisarios como Ghenie, Pop, Victor Mann y Mircea Cantor, que trabajaron juntos para vender sus obras en eventos como la Feria de Arte de Viena y el Armory Show en Nueva York. En la actualidad, gracias a sus éxitos, el arte contemporáneo de Cluj se ha convertido en una marca en si misma.
fuente: lainformacion.com

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